6 de octubre de 2011

TIC Y EDUCACION



Desde el origen de la implementación de programas 1.1. (Una computadora por niño), iniciativa creada por Nicholas Negroponte: One Laptop per Child –en español «Un Ordenador por Niño– presentada en 2005 cuyo objetivo era producir una computadora de bajo precio, US$100 para que el costo no fuera prohibitivo para su adquisición, surgieron variadas experiencias de programas educativos, especialmente como iniciativas gubernamentales, que propician la utilización de un ordenador por niño. El principal aporte de las TIC en prácticas que implementan la modalidad 1.1, radica en la posibilidad que genera, de explorar nuevas formas de acercamiento a los conocimientos adquiridos, a la capacidad crítica de re-pensar esos conocimientos desde una perspectiva mas humana y no tanto instrumental, toda ves que el conocimiento es conocimiento sensible (Y en esto los estudios en arte y cultura pueden aportar esa cuota de “humanidad” a la fría máquina) y es conocimiento puesto en acción, probado en la práctica y no atado a las meras especulaciones intelectuales. De aquí la importancia de las experiencias que genera el uso de la informática en las aulas, como experiencias de aula-taller, donde la clase se transforma en un centro de investigación (Que busca el conocimiento sensible y no el mero conocimiento intelectual) en el trabajo común, en la búsqueda de desarrollos individuales puesto en función de objetivos colectivos y donde la racionalización de los datos adquieren significado, no porque “lo dice INTERNET” sino porque se encuentra en la práctica, el contenido verdadero de eso que es aprehendido. Creo humildemente, que nos equivocamos mucho si entendemos la implementación de las experiencias 1.1. como el mero reemplazo del pizarrón y los libros, por un ordenador. La importancia de las implementaciones tecnológicas en las actividades escolares, no tienen que ver con modas o con prácticas de consumo, sino con el acceso a capacidades nuevas y superadoras que ponen a alumnos y facilitadores (docentes, que deben reconfigurar -usando un término en el estricto sentido informático- su rol en el aula), toda ves que no solo generan dinámicas de ida y vuelta en torno a conocimientos ya existentes, sino a sus deconstrucciones críticas y en esto sus potenciales habilidades para generar conocimientos nuevos, despertar capacidades investigativas y potenciar el uso crítico y racional, desde construcciones sensibles, éticas y socializadoras de las experiencias escolares. Las tecnologías deben ser entendidas no solo como herramientas, instrumentos de uso, sino como instrumentos que colaboran con nuestras mentes y la de los niños y adolescentes que tenemos frente, como actores protagónicos en las artes de conocer el mundo, conocernos a nosotros mismos como sujetos históricos presentes, pero que tenemos historia y construimos futuro a través de imaginar las transformaciones que somos capaces de generar en el presente. El centro no es ni lo tecnológico, ni lo humano, sino están en función de potenciar nuestras habilidades perceptivas y cognitivas para acceder a mas y mejores entendimientos y ayudar a las próximas generaciones a construir realidades superadoras de las nuestras.- En muchas experiencias, donde la posibilidad 1.1 parecen como lejanas, se consiguieron resultados excelentes a través de los gabinetes informáticos donde, por ejemplo, se estimulaban sinergias solidarias y colaborativas toda ves que se estimulaba a que los que tenían accesos y conocimiento al uso de un ordenador hicieran “equipos” con aquellos que no tenían esa posibilidad, en torno al armado de tareas comunes de búsqueda y elaboración de trabajos sobre algún tema específico o algún objetivo dado al equipo. No es lo tecnológico o los modelos a implementar, en sí mismos los que marcarán las diferencias entre las prácticas actuales, sin computadoras y las nuevas que implementen algún tipo de acceso, sino la planificación de su uso, la definición de los objetivos que se persiguen con tales estimulaciones, las formas en que se evaluarán y medirán los impáctos y la relación que se generé entre los docentes facilitadores y los alumnos en torno a un necesario cambio de paradigma a la hora de definir objetivos y seleccionar recursos a utilizar en esa búsqueda, que tengan mas que ver con construcciones colectivas y solidarias y no con el viejo modelo bancario de educación, dónde el docente, dueño absoluto de todo conocimiento, lo transfiere sin mas a sus alumnos que necesitan ser llenados de ese saber. Esto tiene mas que ver con cambios de conceptualizaciones de lo que significa educar en estas sociedades nuevas del conocimiento y la información, donde el valor mas preciado debe ser la capacidad de acceso crítico a los contenidos y la construcción de valores que sean capaces de sostenerlos como ciertos, en el tiempo y a favor de sociedades mas equilibradas, y solidarias, que haga usos responsables de los recursos a su alcance y desarrollen habilidades que estén en consonancia con el respeto a la vida, a los equilibrios entre los seres humanos y con el planeta todo. No se trata de minimizar el impacto tecnológico, sino intentar ubicarlo en su justo lugar, como un elemento mas, importante, pero no el único, ni el mas importante, en la construcción de conocimientos y la formación integral de los niños y adolescentes que participan de sus propias formaciones, en las experiencias escolares.
Fuente: e-LearningSocial.com Más contenidos en : http://www.e-learningsocial.com/cyberduende/blog/5640/

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